La tecnología en la educación es el mayor cambio en la enseñanza que jamás veremos. Durante años, los formuladores de políticas, los maestros, los padres y los estudiantes han estado sopesando los beneficios potenciales de la tecnología en la educación contra sus riesgos y consecuencias. Pero ahora el debate es más apremiante que nunca, ya que los planes de estudio incorporan cada vez más tecnología y los profesores experimentan con nuevos métodos de enseñanza. Por un lado, la tecnología le permite experimentar en pedagogía, democratizar el aula e involucrar mejor a los estudiantes. Por otro lado, algunos argumentan que la tecnología en el aula puede ser una distracción e incluso fomentar el engaño.
Convierta las distracciones tecnológicas de la clase en oportunidades para conectarse con sus alumnos.
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¿Qué significa usar tecnología en el aula?
Los estudiantes son nativos digitales. Han crecido con tecnología; está entretejido en sus vidas. De hecho, es una de las habilidades básicas del siglo XXI que necesitarán en la escuela y el lugar de trabajo. Pero el uso de la tecnología informática en el aula no se trata solo de dispositivos digitales en clase, sino que se relaciona con cualquier cosa que facilite la interacción entre el maestro y el alumno. La participación en el aula está en su punto más bajo y los profesores compiten contra innumerables desviaciones de teléfonos, tabletas y computadoras portátiles. La tecnología en las escuelas podría verse como el culpable, o podría aprovecharse para mejorar el compromiso y la efectividad de los estudiantes.
La tecnología en la educación es el mayor cambio en la enseñanza que jamás veremos. Durante años, los formuladores de políticas, los maestros, los padres y los estudiantes han estado sopesando los beneficios potenciales de la tecnología en la educación contra sus riesgos y consecuencias. Pero ahora el debate es más apremiante que nunca, ya que los planes de estudio incorporan cada vez más tecnología y los profesores experimentan con nuevos métodos de enseñanza. Por un lado, la tecnología le permite experimentar en pedagogía, democratizar el aula e involucrar mejor a los estudiantes. Por otro lado, algunos argumentan que la tecnología en el aula puede ser una distracción e incluso fomentar el engaño.
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¿Qué significa usar tecnología en el aula?
Los estudiantes son nativos digitales. Han crecido con tecnología; está entretejido en sus vidas. De hecho, es una de las habilidades básicas del siglo XXI que necesitarán en la escuela y el lugar de trabajo. Pero el uso de la tecnología informática en el aula no se trata solo de dispositivos digitales en clase, sino que se relaciona con cualquier cosa que facilite la interacción entre el maestro y el alumno. La participación en el aula está en su punto más bajo y los profesores compiten contra innumerables desviaciones de teléfonos, tabletas y computadoras portátiles. La tecnología en las escuelas podría verse como el culpable, o podría aprovecharse para mejorar el compromiso y la efectividad de los estudiantes.
Con eso en mente, este artículo analiza los pros y los contras del uso de la tecnología en el aula, así como los contras, y aborda cómo combatir algunos de los obstáculos que puede encontrar al adoptar nuevas técnicas de enseñanza y evaluación basadas en la tecnología.
El uso de la tecnología en el aula le permite experimentar más en pedagogía y obtener comentarios instantáneos.
La tecnología permite un aprendizaje más activo; puede aumentar la participación a través de encuestas en línea o haciendo preguntas de prueba durante las conferencias (con resultados instantáneos). El tema es dinámico y oportuno con libros de texto digitales que incorporan enlaces a materiales relevantes o wikis de cursos mantenidos por los estudiantes. Ya sea que agregue una sola herramienta para un proyecto o término específico, o que realice un cambio más dramático, como un aula invertida , estar bien versado en tecnología puede ayudar a construir credibilidad con los estudiantes e incluso con otros colegas. Si elige integrar la tecnología en su salón de clases, tendrá una mejor idea del progreso de sus alumnos.
La tecnología en el aula ayuda a garantizar la plena participación.
Las encuestas en línea y otras herramientas digitales ayudan a involucrar a todos los estudiantes, incluidos los estudiantes tímidos que normalmente no levantarían la mano en clase. Los sistemas de participación en línea le permiten consultar regularmente con los estudiantes para obtener comentarios sobre los materiales del curso y las tareas; El análisis de datos podría usarse para ayudar a detectar áreas donde los estudiantes podrían tener dificultades, para que pueda ajustar el trabajo del curso en consecuencia.
Los sistemas de respuesta de los estudiantes ayudan a los estudiantes a medir su comprensión de un tema, mientras que los profesores pueden ver qué áreas necesitan revisar. Por ejemplo, las preguntas de iClicker pueden ser de opción múltiple o verdaderas o falsas y pedirles a los estudiantes que identifiquen una respuesta correcta, a cambio de los puntos de participación de un profesor. Clickers y otro software centrado en el alumno pueden ser excelentes herramientas de enseñanza para que los educadores mejoren sus conferencias. Los sistemas de respuesta de los estudiantes ayudan a fomentar la ciudadanía digital en el aula y les brindan la oportunidad de participar en la clase y ser recompensados por ello al mismo tiempo.
Una técnica de aprendizaje activo que la tecnología puede facilitar es ofrecer a los estudiantes cuestionarios (no para crédito). Al comienzo de la clase, puede evaluar la familiaridad con un tema al realizar un cuestionario rápido y anónimo sobre el tema que está enseñando, y esto también puede informar y dirigir lo que necesita enfocarse. Al final de la clase, establecer el mismo cuestionario nuevamente permite a todos los estudiantes evaluar su aprendizaje.